Preparando el cuarto del bebé
Más allá del aspecto estético y decorativo, el cuarto del bebé necesita de unos requisitos ambientales mínimos que contribuyan a su buen desarrollo.
Para definir el cuarto del bebé se debe pensar en la interacción con el ambiente, porque es la clave para el desarrollo de tu bebé puesto que debe garantizarle un soporte en cuanto a su salud, nutrición, afecto, estimulación y protección. Estos componentes no pueden separarse ya que de su combinación depende el bienestar inmediato y futuro de tu niño. Dicha combinación expresa el cuidado, la atención y la posición de tu bebé dentro de la familia.
Es sencillo asegurar el cumplimiento de unos requisitos ambientales mínimos enfocados al cuidado del tu bebé. Por ejemplo, la temperatura del cuarto del bebé debe ser cómoda y sin corrientes de aire; lo ideal es que tu bebé desde sus primeros días duerma solo en su cuna, que esté alejado del contacto con mascotas, que todas las visitas se laven bien las manos antes de tocarlo y en lo posible que eviten darle besos; es preferible que los fumadores no visiten al bebé, aunque lo ideal es que en el primer mes las visitas sean pocas.
Si las condiciones lo exigen, el cuarto del bebé puede ser compartido con los hermanos, pero a partir de los seis meses y teniendo en cuenta que la cuna debe estar aparte, ser individual y jamás compartida.
Los colores del cuarto del bebé se escogen a gusto de los papás; lo importante es que las superficies pintadas deben ser lavables para mantenerlas limpias, porque cuando crezca, tu bebé va a explorar, jugar y untar. Así mismo, recuerda que los juguetes y móviles que lo adornen deben tener volumen, no ser planos, ni desarmables en partes pequeñas.
Asignar espacios de uso exclusivo para tu bebé refuerza su identidad y fortalece su autoestima. Moverlo a su propio cuarto con decoraciones ajustadas a su edad es un buen comienzo para indicarle que tiene derecho a un lugar en este mundo. Además, si le asignas una silla en la mesa, le confirma que es miembro de una familia.
